Alma

Pajarito desde dentro esculpes mis dientes pa' poder arrancarte. 

Pa'onde?

La noche se vuelve más fría, más densa y adentro es un misterio.

Pajarito, tus alas se reinventan en mi estómago

y de día no se si aleteas o aleteamos los dos.

Pa'onde? 

Qué se yo, quizás a la isla Utopía, ahí donde no existe

la propiedad privada,

entonces mi cuerpo se volvería tu cuerpo y seríamos uno.

Entonces, la doctrina de la doctrina dejaría de exorcizarte,

seriamos libres, pajarito, tú y yo,

comeríamos del arte las migajas jugosas

y como mi cuerpo es tu cuerpo, Alma mía,

dejaría de soñarte como un ente etéreo, perdido

en los recovecos de mis recuerdos adolescentes.

Pajarito, en cada nota cantada, haríamos el amor.

Pierdo el tiempo pa encontrarme...

Se me pierde todo.
Los zapatos, la ropa, el cabello,
las ganas, el viento, el tiempo.
Los aparatos ciberespácicos,
el bicho parlante orejero.
La cordura y la verguenza,
el cuaderno retratista de pesares,
y a-mares.
El ojo de la no memoria,
el recuerdo de fina existencia.

El arcano sin nombre

Y en el cuerpo, manchas grises
desatadas como sardinas,
purulentas, artefactas, desteñidas
capaces de transmutarse en el ocaso
ven desde si mismas, desde el ojo eterno
no es más que una vez lo mismo
mil veces distinto, muerte
-permanente impermanencia-
realidad cruda y asumida
el cuerpo extinguido antes del tercer canto
te dará la bienvenida
boca que consumes muerte
asumidlo!
el dolor no dolor y sus procesos
estampan mas de dos caras en tu prisma
en tu templo degenerado.
Desnuda tus ataduras hasta que hiervan
en la alquimia y el oro
ser la conciencia misma.